“Una fiesta que nos habla sobre todo de la permanencia de Dios con nosotros”. Así se expresó el Vicario Patriarcal, Mons. Marcuzzo que el jueves en el Santo Sepulcro presidió la celebración eucarística por la Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Jesús, que acabó con la impresionante procesión con el Santísimo Sacramento entorno a la Edícula de la tumba vacía.